Instalaciones Preindustriales
Los miembros que forman parte de esta empresa han acumulado una larga experiencia en la investigación arqueológica, catalogación y puesta en valor de elementos actualmente relacionados con el patrimonio rural (por ser el entorno donde mejor se conservan). Este tipo de arquitecturas han sido consideradas como menores dentro de los viejos esquemas decimonónicos de valoración histórico-artísticos, que no les otorgaban una carga estética o monumental importante. Sin embargo, para nosotros forman una parte imprescindible del paisaje que debemos leer y valorar como herramientas de conocimiento histórico con un valor identitario y simbólico muy importantes. Precisamente, hemos demostrado a través de varios proyectos que al estudiar histórico-arqueológicamente un complejo de estas características que ha sido tratado de forma estática, sincrónica, sin tener en cuenta su profundidad histórica, éste cobra un nuevo valor patrimonial que antes se le negaba, pues era considerado viejo y obsoleto y no antiguo e histórico. Estos principios abren nuevas vías para poner en valor multitud de estructuras que todavía se conservan hoy día.
Pueden ser arquitecturas residenciales al modo de caseríos, cabañas etc., pero sobre queremos referirnos a espacios productivos precapitalistas como caleros, tejerías, pozos de nieve, fuentes, lavaderos, molinos, batanes, ferrerías, curtidurías, tintorerías, acequias de regadío, caminos, puentes, etc., muchos de ellos relacionados como podemos observar con la arqueología hidráulica. En efecto, hemos dedicado mucho tiempo a la comprensión global de la gestión histórica del agua por las diferentes sociedades, incluyendo los propios abastecimientos a las poblaciones, las funciones defensivas (cavas, fosos) y las actividades económicas –agrícolas, ganaderas o industriales– relacionadas con el agua como recurso y fuerza motriz. En las sociedades históricas, el agua estaba presente en todos los aspectos de la vida, y por ello es un indicador inmejorable para tratar temas como las elites sociales y el desigual acceso a los recursos, las desigualdades de género o incluso las técnicas tradicionales aplicadas al sostenimiento actual.